El blog de lo políticamente incorrecto. El blog de lo pornográficamente erecto. El blog de lo caricaturizablemente converso. El blog, nuestro prostiputo blog.

Todo carece de sentido ya.



El mundo es una mierda tal y como lo conocemos, de eso no hay ninguna duda. Propongo mandar al carajo todo lo que hay, quemar bosques, ciudades y pueblitos. Propongo que matemos a todo lo que sobre, animales de todo tipo, humanos inferiores, judíos, negros y maricones. Propongo que luego se den un baño desnudos los que queden (Yo no, lo siento, estaría muerto, mi propia propuesta me condena) en el mar más cercano, ahora libre de bichejos incordiosos, y que brinden con champán a la voz de: Qué os jodan, yo vi a Krahe en directo.

Tanta cursilada ya, me cago en dios.

Te echamos de menos, Clint.

Lo que le pasa al mundo, has de saberlo, negro querido, por mucho que te duela, es que de un tiempo a esta parte todos somos tan Clint Eastwood como para no levantar cabeza, como para desbarrancar una brillante carrera de tiros y sangre por un estúpido antojo de viejo senil obsesionado con la proximidad de la muerte.
Yo propongo que nos dejemos de pavada y volvamos a los tiros de antaño, que ya está bien de espíritus y serendipias, coño.

Empiristas, por desgracia.


Demostrar está sobrevalorado, maldita sea. Si todo el mundo se encargara de demostrar cuanto pasa a nuestro alrededor quedaríamos vacíos, simples bigotes andantes. Qué haríamos si alguien demostrase que Dios no existe, qué pasaría si descubriésemos que los negros son tan humanos como cualquier ser humano. Pues he de suponer que nos daríamos con un canto en los dientes, lloraríamos desconsolados en la madrugada y crearíamos blogs para solventar esa incólume y desgastada existencia.

Gracias a no sé que fuerza sobrenatural... no se ha dado el caso, y es un alivio.

Todos sabemos que la culpa siempre fue suya.


Es evidente e innegable, que la culpa siempre fue suya. Cómo se atreve a crear un mundo con seres humanos (SERES HUMANOS, SEÑORES, a quién se le ocurre) y luego pretender que nos gobernemos solos con libre albedrío. Y encima también negros, negros, NEGROS, sí, esos semihumanos de color oscuro. Negros que se creen personas y que gobiernan países, por favor... Y para postre, el muy hijo de puta es tan cobarde como para no dar señales de existencia desde hace más de dos mil años que mandó a un hijo que tenía pusilánime y maricón que fue decir quién era y comérnoslo vivo (y eso no es todo, porque siguen haciendo como que se comen su carne y se beben su sangre, que vaya asco por muy diosesanas que sean esa carne y esa sangre). A quién se le ocurre decir quién eres en un mundo como este, tú es que eres tonto, vienes de Marte o qué te pasa, macho. Y conste que el tío tardó treinta años en decir de quién era hijo, eh, que cobardón también era.
Total, que el muy cabrón de dios nos crea, nos suelta aquí y luego se lava las manos: "que cada uno se lo coma con su pan y su sino, que yo no quiero saber nada, como si te quieres dejar bigote, yo pelillos a la mar, maricón el último ".
Pero como es todo amor y bondad y sabiduría, nos da toda una vida de libre albedrío y sufrimiento, para luego, si nos hemos equivocado al usar mal el libre albedrío, mandarnos a un castigo eterno de dolor y sufrimiento (pero sin libre albedrío) y darnos mucho por el culo (pero sin mariconadas que eso sería pecado) y si te he visto no me acuerdo. No me digan que no es divino.
Pero vamos, que yo hubiera hecho lo mismo.

¿Elegir? Nah, lo que tú veas...


Elegir es un hurto contra la voluntad del ser humano, es el castigo recibido por el pecado original. La libertad de elección no es nada más que una excusa para mantenernos ocupados, entretenidos en los pormenores que nos rodean continuamente, y ante este hecho yo me mantengo inflexible, que se metan la variedad por donde bien les quepa.

La posibilidad de fallar en la elección es algo que me persigue continuamente. Conozco mis tendencias y aun así no me fío de mi propio gusto. Basta con que me incline por una elección para comenzar a pensar que la he jodido hasta el fondo. Aun así, sé que no soy el único que lo piensa y que por ese motivo se crearon los estilos, aunque erraron en algo, la solución era uno, no varios. Siempre echaré de menos el siglo diecinueve (XIX d.C. si quieres parecer sofisticado) y sentiré vergüenza de estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Las diferencias nunca traen nada bueno, que se lo digan a los nacionalsocialistas.

Cruzando los dedos.


Cruzo todas las noches los dedos para que mañana no amanezca,
pero al alba me encuentro con la certeza demoledora y retorcida
de que nadie muere a voluntad, de que los amaneceres son eternos.
El resto del día me lo paso llorando esa desgracia, como la Vargas.

Descótense, quiero averiguar si salí pinche mariquita.


Estos artilugios de seducción son tan solo radares de masculinidad. Chismes circuformes con caídas infinitas sin valor sexual, más que sensual, que incluso nosotros hemos aprendido a utilizar. Es el método más efectivo para seleccionar amistades, basta con que conduzca una mirada a sus vertiginosas dobleces para determinar que ese hombre no tiene la cáscara amarga y es de fiar (A razón de actividades propias de hombres heterosexuales en plena espontaneidad). En caso adverso sirve para hacer lo propio con las amistades de nuestra cónyuge premortem, ya que si aguanta cinco minutos sin mirarle el escote durante una conversación, no es más que un desvirtuado de la vida sin peligro. 

Todo ello falla en el caso de que la parienta no posea atributos pectorales. En ese caso, reza junto a mí para que sus amigos no tengan labia, o al menos...no tanta. 

Pd: Labia: Dícese de lo largo y ancho de su talento.
Pd2: Talento: Pene.