El blog de lo políticamente incorrecto. El blog de lo pornográficamente erecto. El blog de lo caricaturizablemente converso. El blog, nuestro prostiputo blog.

Apología a la desmoralidad.


Por reiteración de mala conducta, apología al desorden púbico y misoginia injustificada he de abordar y denunciar ante todos vosotros, oh, benditos lectores, que la moral ciudadana presente en los suburbios sociales cibernéticos ha caído en desgracia.
Dirás por la descontextualización que la denuncia viene sin bases teóricas validas, pero me valgo de la mayor de las bases para realizarla, la cual se define de forma clara y concisa (y por lo tanto real) así: La entrada la pongo porque me sale de los mismísimos cojones. He dicho.

Y la razón de esta crítica está sobradamente justificada. Debería de ser pecado y por lo tanto castigable mentir de forma burda y desmedida para ver una teta, e incluso para intuirla. Está más que sabido que la mentira siempre tuvo como destino el catre, y también que en la mayoría de las ocasiones tuvo éxito, pero no debemos olvidar tampoco que en asuntos de mujeres siempre se creyó (al menos por su parte) que la sinceridad lo es todo. A fin de cuentas, hombres que te laman el plato para más tarde lamer la concha los hay en cualquier esquina, pero verdaderos estandartes de la caballerosidad que no dudan ser sinceros pese a las consecuencias que deriven de ello, no se encuentran todos los días.

Total, que para follar ya estamos nosotros. ¿E, o no e?

PD: Si nos dejáis tocar una teta seguimos vuestro blog. (Abstenerse hombres, feas, mujeres con poca autoestima y rubias tetonas. Nohombre.)
PD2: (El nohombre anterior no excluye a hombres y feas)

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